[Podéis escuchar el podcast de Canal Extremadura Radio correspondiente a este tema en el minuto 05:40 de ESTE AUDIO]
En línea con lo que hacemos habitualmente, esto es, resaltar el valor que tiene el cómic y el papel que ocupa (o puede ocupar) en nuestra cultura, vamos a tratar un tema que creo que resultará interesante para nuestros oyentes y lectores.
Cuando valoramos algo, como este producto cultural que es el cómic, uno de los principales criterios que podemos (y debemos) utilizar es el de medir su influencia, ver cómo más allá de sí mismo afecta a otros ámbitos de la cultura y les marca el camino, les ayuda o les condiciona. Si hablamos de un medio de expresión o comunicación, como es el cómic, y por tanto un repositorio inmenso de historias, podemos ver cómo otros medios han acudido a él en busca de inspiración, y esto hoy en día no solo no ha disminuido sino que se ha visto crecer en las últimas décadas (dicho sea sin contar hoy el cine de superhéroes).
Hoy nos centraremos en el cine, un arte y un medio de expresión también, cuyo nacimiento -como sabemos- se sitúa en 1895 con los hermanos Lumiére y que ya desde sus inicios, además de en otros medios como la literatura, buscó en el cómic historias y personajes para sus guiones. Tan temprana es esta relación que la que está considerada como la primera historia de ficción rodada, es decir, con argumento, que no parecía un documental, El regador regado, de 1895-6, es una adaptación de una tira cómica del francés Hermann Vogel (1856-1918).
Si hablamos de películas cuyos argumentos están basados en cómics podemos establecer diferentes categorías pero tranquilos, no vamos a ponernos rigurosos, ya hay libros para esto. Solo queremos hoy ilustrar con algunos ejemplos curiosos esta influencia del cómic en el cine, que no siendo nada nueva sí podemos ver que vive una época de auge hoy, como decíamos. Hoy vamos a dejar a un lado -como decíamos- el cine de superhéroes tipo Marvel, de gran éxito en las dos últimas décadas pero que requeriría un programa aparte (además de que no descubrimos nada a nadie al señalar la influencia e inspiración del cómic en estas películas, aunque es interesante también comparar cómo funcionan estas historias en ambos medios). Puestos a destacar que este traspaso de historias va más allá de lo obvio señalaremos películas de otros géneros como:
– Men in black (saga desde 1997), una serie ya de películas a estas alturas en las que -seguro que esto sorprende a algunxs- se cambia radicalmente el tono oscuro y violento de la historieta original, que además no se centraba solo en los extraterrestres, y que presentaba a unos agentes para nada heroicos y donde el humor no era precisamente el protagonista.
– Camino a la perdición (2002) es una película esteticista (Sam Mendes) con una historia peculiar de gánsteres cuyo atípico tema (la huída de un criminal Tom Hanks acompañado por su hijo y perseguido por su propia banda) se basa en un cómic que, a su vez, se inspiraba sin esconderlo en El lobo solitario y su cachorro, un famoso manga de los años 70 que narraba la caída en desgracia de un samurai que viaja como sicario por el Japón del siglo XVI, deshaciendo injusticias a la vez que trata de recuperar su honor derrotando a los que le traicionaron (la serie The mandalorian de Star Wars también se inspiraba en ella).
– Por cierto, hablando de ronins y de Star Wars, en sus primeras películas esta saga contiene muchísimos elementos que ya estaban en algunas películas de samuráis y que son tomados directamente, especialmente de A. Kurosawa (bien claro lo dejaba el interesantísimo documental de Everything is a remix –> todo es copiar, transformar y combinar), pero por lo que se refiere a los cómics los álbumes de Valérian, de Christin y Mézières son también fuente de la que se toman ideas sin disimulo (ropa, situaciones…). También, por otro lado y como es sabido, la historia bebe mucho del western, por ej. de películas como Centauros del desierto.
– El cuervo (1989) es el cómic de James O’Barr en el que se basó la película de 1994 que pasó a la historia por ser aquella en la que accidentalmente murió el hijo de Bruce Lee, Brandon Lee. Se trata de una obra de estilo underground, más difícil de digerir que la película pero con aire también de obra de culto para un público más o menos selecto y sin prejuicios: café para los muy cafeteros, como suele decirse. Dentro del cómic independiente y underground norteamericano también encontraremos obras que se han llevado a la gran pantalla con bastante fidelidad a la historia, como Ghost World (2010) o American Splendor (2009), por citar un par de ejemplos.
– Al filo del mañana (2014) es una entretenida película de invasiones alienígenas con viajes en el tiempo protagonizada por Tom Cruise que se basó en el manga All you need is kill, que a su vez se basaba en una novela. Como cosa llamativa, para tratarse de un manga, tiene solo 400 págs y se
– Un caso particular es la trilogía El protegido (Bruce Willis), Múltiple (James McAvoy) y Cristal (Samuel L. Jackson), escrita y dirigida por M. Night Shyamalan… como si fuera un cómic de superhéroes (según sus propias palabras, lo cual es evidente por otro lado) aunque no esté basada en ninguno en particular. Aparte de la arquetípica historia, con su héroe, sus villanos, sus poderes y debilidades, etc., hay numerosos elementos, incluso visuales, que recuerdan a un cómic, como el encuadre que simula viñetas en muchas ocasiones o que uno de los villanos tenga una tienda o galería de arte de originales de cómics.
– Una historia de violencia, protagonizada por Viggo Mortensen y dirigida por David Cronenberg en 2005, no sugiere en ningún momento que provenga de un cómic si nos basamos en los estereotipos que se suelen tener del Noveno Arte. Es un buen ejemplo de cómo cómic y película se complementan por ser diferentes y ambas buenas.
– La vida de Adèle (2013) es una historia iniciática sobre el primer amor y la aceptación de la homosexualidad propia que la protagonista vive. La premiada película se basaba en la novela gráfica El azul es un color cálido que resultó ser un superventas. (Está en Librarium, por cierto)
– Oldboy, manga publicado originalmente entre 1996 y 1998, es una historieta editada en 3 volúmenes en España por varias editoriales (con traducciones mejorables en las primeras ediciones) y cuya calidad, que no era tampoco mala, fue superada por la película coreana de 2003 realizada por Park Chan-wook (está en Librarium también). Eviten la versión norteamericana de Spike Lee de 2013, no admite comparación posible. Se ha publicado en ediciones en 1 solo tomo y en 2.
– From hell (2001) es la adaptación al cine protagonizada por Johnny Depp y que se basa en el cómic de Alan Moore y Eddie Campbell. La película es aceptable, podría haber sido mejor, pero lo que hubiera sido imposible es que hubiera logrado adaptar fielmente la densidad, la cantidad de información, el carácter ensayístico y la capacidad para condensar toda una época como la victoriana en esta obra magna del cómic. Palabras mayores y una lectura que requiere del esfuerzo del lector.
– Hellboy (desde 1993) es un cómic fantástico, en todos los sentidos de la palabra. El dibujo de Mike Mignola es una absoluta gozada, una auténtica lección magistral de eso que se dice de que «menos es más» y de cómo usar el color. Las historias, generalmente basadas en mitología y folklore brujil y demoníaco, son claramente dirigidas a un público adulto y que disfrutará aún más si ama lo gótico, lo pulp, las leyendas populares… Así pues, un tono bastante diferente al de las películas y un cómic recomendadísimo de los que merece no solo leer sino atesorar en la estantería con devoción (AQUÍ lo contamos en su momento en Canal Extremadura Radio). (Está en Librarium la de 2019)
– Siguiendo con lo oscuro, John Constantine es un personaje que nació en 1985 en la serie La cosa del pantano, cuando ésta estaba en su edad de oro bajo los guiones del ínclito Alan Moore. Más tarde, allá por 1988 y bajo el título de Hellblazer, este detective de lo paranormal con el físico de Sting (sí, el bajista de The Police) obtiene su propia serie, un spin-off, como decíamos. La película de Keanu Reeves de 2005 no alcanzó la excelencia del cómic.
– Los sustitutos es una película relativamente olvidada de 2009 en la que Bruce Willis interpreta a alguien que en un futuro no demasiado lejano hace como el resto de los humanos: se queda en casa mientras un robot humanoide con su mismo aspecto -a modo de avatar- es quien sale a a la calle y va, por ejemplo, a trabajar en su nombre. Puestos a elegir nos quedaríamos con el cómic. No encontraremos aquí, por ejemplo, algo parecido al inolvidable Bruce Willis de 12 monos (T. Gilliam, 1996).
– Tamara Drewe (2010) y Primavera en Normandía (2014) adaptan dos de las novelas gráficas de la británica Posy Simmonds. Seguro que no tardaremos mucho en ver la película o serie (es lo que se lleva) que adapte su último cómic, Cassandra Darke. Sus peculiares novelas gráficas mezclan en muchas de sus páginas las viñetas con generosos textos. Quizá Tamara Drewe sea la historia suya que ha corrido mejor suerte en el cine, sin ser tampoco algo fenomenal.
– Pollo con ciruelas (2011) al ser una película con actores de carne y hueso disimulaba mejor que Persépolis (animación, 2007) su origen comiquero… y también bajaba un escalón o dos en relevancia y calidad, sin embargo resulta ser una buena adaptación del cómic en el que se basa. (Están en Librarium y en eBiblio Extremadura).
– Rompenieves (2013, también hay serie) es una distopía que mete toda una sociedad en un tren que no puede parar, una premisa interesante que como cómic se estiró quizá un poco más de lo debido (280 págs.) y cuya adaptación cinematográfica resultó bastante correcta, aunque quizá un pequeño escalón por debajo del cómic.
– Algunas películas, ya sea porque son de animación, ya sea porque es lo que han procurado, siguen tan fielmente como es posible a los cómics en los que se basan, llegando a veces a reproducir los mismos diálogos entre personajes, los mismos encuadres y secuencias, etc. Y habiendo participado a veces en su realización los autores de las novelas gráficas. Es el caso de Persépolis (2007), Sin City (R. Rodríguez, F. Miller y Q. Tarantino, 2005), 300 (Z. Snyder, 2006), Cuando el viento sopla (Jimmy T. Murakami, 1986) o Watchmen (Z. Snyder 2009), por ejemplo.
– Otros muchos títulos, por citar algunos más son Kingsman (007 + My Fair Lady + Kick-Ass, 2014), Oblivion (ci-fi con Tom Cruise, 2013), Red (con Bruce Willis, 2010), 2 guns (2013), Cowboys and aliens (2011), Battle Royale (2000), Joker (2019), Adèle Blanc-Sec y el misterio de la momia (2010), Priest, el sicario de Dios (2011), La máscara (1994), Blade (1998), Timecop (con Jean-Claude van Damme, 1994), R.I.P.D.(2013), Dick Tracy (1990), Conan el Bárbaro (1981), Wanted (se busca) (2008), The Spirit (2008), 30 días de oscuridad (2007), V de vendetta (2005), La liga de los hombres extraordinarios (2003), Ghost in the shell (1995, 2007), Rocketeer (1991) y un largo etcétera.
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Antonio Roguera
