EXTREBEO

[Podcast y reseña] HISTORIA DEL CÓMIC: VÁZQUEZ

Mon sigue contándonos la historia del cómic en España y, continuando con el repaso a la Escuela Bruguera y tras haber hablado de los principales autores de la primera etapa, llegamos a un autor muy especial; Vázquez. Es especial por su situación temporal (no hay consenso de si pertenece a la primera etapa, a la segunda o está entre medias), por la influencia que tuvo en muchos de los autores posteriores y la propia Escuela Bruguera y por la dificultad que hay en separar sus tres facetas: Autor, persona y personaje.

Partamos de la base de que Vázquez gustaba de inventarse su propia historia no solo en los cómics, sino también en entrevistas, etc. así que todos sus datos biográficos hay que cogerlos con pinzas. Sabemos que nació en Madrid seguramente en 1930 (aunque él afirma en otras entrevistas que en realidad nació en 1934, aunque a mí no me cuadran demasiado sus números). Por imposición paterna estudió para ser delineante, aunque desde muy joven tuvo muy claro que quería dedicarse a la historieta. En 1946, con solo 16 años, comenzó a trabajar profesionalmente como historietista en la revista juvenil del régimen Flechas y Pelayos. Poco después, en 1947, fue contratado por la editorial Bruguera para la revista Pulgarcito. Por petición de la revista se mudó a Barcelona poco después. En ella creó numerosos personajes (con nombres imposibles de recordar para mí) y, en 1949, su primer gran éxito: Las Hermanas Gilda. En esta serie, que duró muchos años (en una época sin participación de Vázquez ya que los derechos de los personajes pertenecían a Bruguera), podemos observar ya todas las características de los trabajos de Vázquez. La acidez, el ritmo frenético, las relaciones malsanas entre familiares, etc. La gran diferencia entre los trabajos de Vázquez y la de los autores anteriores (y muchos posteriores) es que, en lugar de un único gag en la última viñeta, sus historias estaban llenas de gags permanentes prácticamente en cada viñeta, algo que después también haría el autor más representativo y famoso de la Escuela Bruguera: Francisco Ibáñez. En 1951 creó su segunda serie de gran éxito, la Familia Cebolleta. En las historias de esta familia extensa y siempre metida en líos aparece el personaje del Abuelo Cebolleta, siempre aburriendo a su familia con sus historias, que ha pasado al imaginario y lenguaje popular.

Cuando en 1957 los autores de la primera generación Bruguera abandonaron la editorial para crear la revista autogestionada Tío Vivo, Vázquez permaneció en Bruguera, pasando a convertirse en su autor principal y principal portadista incluso tras la vuelta de los autores anteriores. En 1964 creó a Angelito (o Gu-Gu), un bebé que siempre va dando saltos metido en su cesta metiéndose en líos. Este es el único personaje del que Vázquez retuvo los derechos (o eso decía) ya que lo patentó antes de publicarlo en Bruguera. Y un año después, en 1965, llegaría su obra definitiva y la que le daría más fama: Anacleto, agente secreto. Aunque esta historia es una parodia de las películas de detectives (Vázquez dijo haberse inspirado en el Superagente 86, no en James Bond), muchas de las historias no tenían un argumento detectivesco sino que hablaban principalmente de la relación entre Anacleto y su jefe, los trucos de Anacleto para no trabajar y los de su jefe para no pagarle. En esta serie el villano es en ocasiones un personaje llamado “el malvado Vázquez”, sosias del propio autor.

Y, más o menos por esa época, creará su cuarta serie más famosa (y, según muchos críticos, la más brillante): Los cuentos del Tío Vázquez. Y aquí es donde la línea entre autor, persona y personaje se hace casi imposible de perfilar. Vázquez desarrolló en su vida fama de moroso y aprovechado, no sabemos cuántas de las historias que se cuentan son verdad aunque él confirmó algunas y desmintió otras. En cualquier caso decidió aprovechar esta fama para venderse como este personaje (al que admiraba profundamente, decía en entrevistas que le gustaría ser de verdad como el Vázquez de las viñetas) que siempre inventaba historias locas y planes complicados para librarse de sus acreedores.

A partir de 1978 empezó a trabajar en el cómic adulto en revistas como Can Can o el Papus, en una época a la que siempre se refirió como la más feliz de su vida por la falta de censura de sus obras. Pese a crear estas obras de contenido adulto (y en algunos casos erótico), no dejó de publicar en revistas infantiles incluido el Pequeño País.

En 1990 recibió el premio del Salón del Cómic de Barcelona. En 1995 murió a los 65 años de una embolia cerebral. En el año 2010 se presentó en cines la película biográfica el Gran Vázquez protagonizada por Santiago Segura (aunque basándose más en la leyenda que en los datos).

Puedes escuchar el programa en la web de Canal Extremadura (a partir del minuto 8).

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