EXTREBEO

[Podcast y reseña] CÓMO EMPEZAR A LEER CÓMIC

En esta ocasión, y siguiendo con nuestra labor de fomento de la lectura y difusión del cómic, se me ha ocurrido algo que podría sonar pretencioso: hablar sobre CÓMO EMPEZAR A LEER CÓMICS; que suena a ese tipo de contenidos que proliferan por redes como Youtube y que, a menudo, conllevan contenidos promocionales o bien se enfocan desde un punto de vista muy concreto (por ejemplo para gustos o segmentos de población determinados). En cualquier caso parecen como tutoriales, como si necesitáramos instrucciones para todo y que parecen  implicar que solo hay una forma correcta de hacer algo…

En nuestro caso, y dejando a un lado en esta ocasión a los niños, de los que ya hemos hablado en otras ocasiones y que constituirían un público muy diferente al ser primeros lectores, estar en edad escolar…, simplemente vamos a dar unos consejos y recomendaciones sin pretender pontificar. La idea es solo animar a quien aún no conozca la realidad actual del cómic (no nos valen las ideas que se puedan tener de recordar haber leído ciertos tebeos en la infancia, aunque hoy también se reedita mucho y hay de todo disponible) a encontrar un posible entretenimiento -también una fuente de información y formación- alternativo a lo que requiere de pantallas e internet… al menos para un rato de vez en cuando… conseguiremos así contenidos de calidad y un pasatiempo más saludable con muchos beneficios (VER).

Así pues, y pensando en personas jóvenes o adultas podríamos responder a estas preguntas:

– ¿Por qué leer? Y nos referimos principalmente aquí a historias, no ya contenidos técnicos o de estricta información que uno necesite para algo útil, aunque los hay… (VER). Pues aunque suene tópico: para vivir otras vidas, experimentar realidades alternativas, evadirse… y con todo ello entretenerse y enriquecerse, pero manteniendo tú el control sobre cómo imaginarlas, a qué velocidad disfrutarlas, siendo libre -si se desea- de escogerlas… y toda una lista de actos voluntarios que, hoy por hoy, se están volviendo extraños, e incluso parece que temibles para algunos, en estos tiempos de algoritmos que deciden lo que ves a cada momento a lo largo de las X horas que dedicas a pantallas cada día, esto es, ¿muchas?

– ¿Qué leer? Naturalmente aquí el gusto de cada cual es fundamental, y también la costumbre, si hablamos de escoger un formato u otro (tomo único, serie, historias cortas…). Por lo que se refiere a los temas tenemos, al igual que en el cine o en las series de TV, los géneros, es decir, esas historias sobre ciertos temas más o menos estereotipadas en sus personajes, tramas… que nos resultan familiares y, a pesar de conocerlas, o precisamente por ello, preferimos sobre otras. Añadimos uno o dos ejemplos de cada uno que consideramos adecuados:

* Thriller o intriga: El tesoro del cisne negro, de Paco Roca (Astiberri) supera a la serie de TV que lo adaptó y gracias a las capacidades narrativas del autor valenciano puede ser una buena lectura para quien no suela leer cómics. El fantasma de Gaudí, de El Torres y Jesús Alonso Iglesias (Dibbuks) es otra historia que te atrapa y, en este caso, permite disfrutar del excepcional talento gráfico de un gran dibujante.

* Género negro: Sin city, de Frank Miller o Blacksad de Guarnido y Díaz Canales, ambos en Norma Editorial son obras ejemplares en este género.

* Drama (sentimientos, poesía, vida cotidiana, romance…): casi todas las obras de Jiro Taniguchi, como El almanaque de mi padre Barrio lejano (Ponent Mon y Planeta). Son mangas, aunque en algunos casos sus planchas están giradas para obtener el sentido de lectura occidental (el nuestro). Es imposible que no te toquen la fibra sensible. Por añadir otro ejemplo, las obras del brasileño Marcello Quintanilha son ejemplos de cómics muy actuales y muy recomendables, como su último título publicado aquí, Escucha, hermosa Márcia (Astiberri).

* Terror: Hellboy, de Mike Mignola (Norma Ed.) o los mangas de Junji Ito, un autor muy particular pero a la vez un superventas (si alguien quiere probarlo puede adquirir alguno de sus volúmenes de historias cortas, como Fragmentos del mal (ECC)).

* Humor: cualquiera de Tom Gauld, por ej. La venganza de los bibliotecarios (Salamandra Graphic) y, por supuesto, cualquier clásico que se desee del cómic francobelga, de Bruguera, etc..

* Aventuras: Norma reedita ahora en una colección de tomos integrales las aventuras de Blake y Mortimer que creara Edgard P. Jacobs, discípulo aventajado de Hergé, una serie de lo más clásico que empezó allá por los años 40… y sigue a fecha de hoy. Tanto los francófonos como los italianos son grandes especialistas en este tipo de historias, con títulos clásicos como Corto Maltés, pero también caben aquí historias como las de Conan el bárbaro.

* Histórico: Los surcos del azar de Paco Roca (Astiberri) o La muerte de Stalin (Norma Ed.; mejor el cómic que la película) pueden ser ejemplos que citar.

* Ciencia-ficción y distopía: ¡Universo! de Albert Monteys (historias cortas, algo típico de la ciencia-ficción; Astiberri), Shangri-La, de Mathieu Bablet (distopía en formato novela gráfica, más serio; de Dibbuks) o un serial clásico como El eternauta (Norma Ed.), que pese a su veteranía se deja leer y engancha con casi 70 años a sus espaldas.

Y en cuanto al formato tenemos principalmente:

* Historias cortas (varias en un solo tomo): por ej. cualquier tomo de cualquier serie de la reedición remasterizada que está haciendo Diábolo de los cómics de los 50 de EC Comics (Tales from the Crypt, Weird Science Shock SuspenStories). Algunas de estas historietas de 7-8 páginas son de lo mejor que se ha hecho nunca en el Noveno Arte.

* Historias autoconclusivas (un tomo, una historia y fin), lo que hoy se denomina a menudo novela gráfica, como Contrato con Dios, de Will Eisner (Norma Ed.), por citar un clásico, o Hoka hey!, de Neyef (Romain Maufront), en Nuevo Nueve.

* Series, ya sean aquellas que constituyen una única historia, como buena parte de las series manga, citemos Death Note (Norma Ed.), o bien las que se componen de historias o casos que terminan pero asistimos en ellas a las aventuras de un mismo personaje, como los de la editorial italiana Bonelli, que publica diversos géneros (aventuras, misterio, terror, western…).

* Aparte quedarían los webcómics, las publicaciones en prensa o revistas, etc. que suelen ser fragmentarias y solo en recopilatorios podemos encontrarlas más fácilmente si no seguimos las publicaciones donde se editan.

– ¿Dónde leer? Sabemos que son varios los sitios donde podemos obtener lecturas, tanto gratuitas como pagando por ellas. Las bibliotecas, tanto físicas como digitales, nos permiten dos cosas, que son obtener lecturas gratuitas y ofrecernos un catálogo amplio donde elegir (ojear-hojear, probar,…). Librarium (para alumnado, padres, madres y profesorado de colegios e institutos… con las claves de Rayuela), Red de bibliotecas públicas (que incluyen el préstamo interbibliotecario), eBiblio (inscripción AQUÍ)… También hay webs donde comprar más barato, por ej. libros descatalogados como en bibliostock.com o en librofugitivos.com, o bien de segunda mano como en todocoleccion.net. Y, por supuesto, comprar y regalar, sobre todo cómics en formato físico, lo cual siempre es más apreciable, más disfrutable por toda la familia, más sano para la vista…

     En definitiva. No hace falta nada especial para empezar a leer cómics. Nuestra educación y nuestra cultura están plagadas de elementos propios de la narración secuencial y vivimos en una época donde la comunicación es eminentemente visual. Se sabe que la información que se nos presenta en imágenes ayuda a entender y a memorizar (¿por qué no usar los cómics más en la enseñanza? ¿Por qué no usarlos más para aprender idiomas? ¿Qué hay de la utilísima medicina gráfica?) pero hoy lo que queríamos era romper una lanza a favor del entretenimiento de la narrativa secuencial, preferentemente en papel, que puede ser una afición para toda la vida, inagotable en cantidad y disfrute…

AQUÍ les dejo un buen puñado de títulos bien reseñados por el crítico, traductor y guionista Santiago García para que elijan… y muy barato.

Antonio Roguera

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