Muy buenas a todxs
Vamos con el último espacio de cómics de la temporada, al menos en lo que se refiere a esta sección de exTreBeO en El sol sale por el oeste, y vamos a aprovechar para hacer algo que hacemos siempre, pero que ahora que se acerca el verano, y para muchos las vacaciones, puede tener incluso más sentido: recomendar cómics. Al disponer de algo de tiempo libre posiblemente a muchos les resulte más fácil incluir la lectura entre esas actividades relajantes y a la vez enriquecedoras (ambas cosas son compatibles) que podemos realizar.
Existe un campo en el que el cómic puede desempeñar una labor muy importante que es el ámbito general de la divulgación,es decir, enseñar de una forma abordable y amena sobre esos temas difíciles o complejos que pueden ser un poco desalentadores para muchos… o poco atractivos. El medio historietístico tiene unas cualidades excelentes para, mediante esa combinación de imagen y palabra, hacer más accesibles y agradables aquellos contenidos que no son fáciles de comprender. De hecho, inmersos como estamos a menudo en las redes sociales e incluso en otros medios como la televisión, recibimos frecuentemente versiones excesivamente simplificadas, e incluso interesadamente polarizadas políticamente, que no tienen valor informativo ni educativo… ¡cuando no entran directamente en el terreno de la desinformación y, por lo tanto, de la manipulación o, como mínimo, de la distracción! Pocas recomendaciones, pues, serán más oportunas que aquellas que nos conduzcan a la información y el entretenimiento de calidad.

En este pequeño espacio de hoy os vamos a recomendar algunos cómics que tratan el tema general de la geopolítica,es decir, ese tipo de estudios de las relaciones internacionales a partir de la geografía y todos aquellos elementos que influyen en cómo es el mundo humano. Partimos de la base de que es un tema muy amplio y muy complejo, donde intervienen la economía, la política y numerosos elementos culturales como la religión, la historia y las propias lenguas, entre otros muchos, que se encuentran interrelacionados; pero precisamente obras como Geostrategix. Un cómic sobre la geopolítica mundial desde 1945 hasta nuestros días nos pueden ayudar a orientarnos en esta complejidad, y aprender de forma amena las ideas básicas que podemos necesitar para formarnos una opinión propia sobre todos estos temas en los que generalmente casi todos los medios nos pretenden decir qué pensar y raramente nos aportan los diversos puntos de vista sobre los acontecimientos históricos y sus causas.

Cuando nos acercamos a este tema podemos distinguir varios tipos de obras:
* Cómics sobre geopolítica global, que nos intentan explicar con afán divulgativo, predominando lo documental e informativo, los grandes movimientos y hechos históricos que nos pueden hacer entender cómo funciona el mundo, una parte amplia de él y/o durante una determinada época. Vamos con unas recomendaciones:
– Geostrategix. Un cómic sobre la geopolítica mundial desde 1945 hasta nuestros días se divide en tres partes: un mundo bipolar, ¿hacia un nuevo orden mundial pacífico? y Occidente ya no domina el mundo, y haciendo un recorrido cronológico nos cuenta de forma resumida y ordenada cómo ha cambiado el mundo en los últimos 80 años. No entra en muchos detalles ni profundidades, claro, pero nos ofrece ese tipo de conocimientos panorámicos mínimos que deberíamos controlar más o menos. Este cómic ha tenido continuación en Francia con un tomo dedicado al mundo estrictamente actual y otro dedicado a los juegos olímpicos.
– 11 de septiembre de 2001. El día que cambió el mundo, deJerry Bouthier (periodista) y Héloïse Chochois (Norma, 21,85 €). Un cómic de carácter didáctico donde se resume con claridad lo principal que hace falta saber para comprender el mundo actual, especialmente con la causa y excusa de los atentados del 11s, y la oportunidad consecuente de la extensión masiva de los sistemas de vigilancia global gracias a internet y los smartphones. Si no tienes claro lo que se cuenta aquí no entiendes el mundo en el que vives.
– Una historia popular del imperio americano (Sins Entido) es la adaptación a cómic del libro homónimo del desaparecido historiador Howard Zinn. Una gran obra, de historia, sí, pero fundamental para entender el siglo XX y, por tanto, sus consecuencias hoy, dejando claro, mucho antes de que llegara Donald Trump, todos los trapos sucios de EE.UU., el último gran imperio, ahora más peligroso por estar en franca decadencia, sin los cuales no se entiende el mundo de hoy en su conjunto.
– Los cómics de Miguel Brieva trabajan con la ironía y el humor; son la versión actual -salvando las distancias- de aquellos chistes con que golpeaba en los años 70 la revista El hermano lobo a aquellos atrevidos que eran capaces de enfrentarse a su lectura. Miguel se centra más en la crítica al capitalismo antiecologista (¿puede el capitalismo no serlo?) y a la manipulación a que nos someten los medios. Recomendemos al menos un título concreto suyo: Memorias de la tierra (Reservoir books, 23,65 €).
Dentro de este tipo de cómics de enfoque global, podemos destacar algunos que ponen su mirada en ámbitos como la economía, las migraciones o la ecología, pero sin perder de vista las relaciones que los unen con los problemas sociales, políticos… Es decir, muestran que todo está relacionado:
– Capital e ideología: Adaptación gráfica del bestseller de Thomas Piketty (Deusto, 20,85 €) es una obra rigurosa y muy bien resuelta gráficamente para explicar conceptos complicados con gran claridad y haciendo apetecible un contenido que adapta un libro ¡de 1300 págs! Evidentemente se resumen mucho las ideas pero es una buena adaptación dentro de sus lógicas limitaciones.
– El mundo sin fin, del experto climatólogo Jean-Marc Jancovici y el historietista Christophe Blain (Norma, 33,25 €) es un ejemplo de la importancia que tiene la ecología, el papel de la energía y nos hace entender que estos temas deben estar presente en cualquier listado de obras dedicadas a la geopolítica. Historia y física se combinan para entender… todo eso sobre lo que la desinformación nos hace dudar, aunque la ciencia lo presente bien claro. Una obra para leer y releer por el interés y variedad de los temas tratados. La maldición del petróleo es otro cómic publicado, de temática más restringida y mucho menos logrado como narrativa gráfica.
– Con respecto a las migraciones, sean por motivos económicos, ecológicos o políticos, encontraremos multitud de obras que se centran en distintos aspectos, pero raramente obviarán explicarnos el porqué de este fenómeno en cada caso, con lo que nos servirán para entender esto que llamamos geopolítica. Asylum, de nuestro paisano de adopción Javier de Isusi es un ejemplo muy recomendable de este tipo de cómics. Y de mucho interés geopolítico es ¿A quién benefician las migraciones? El negocio de las fronteras cerradas (Garbuix Books, 2024). Encontraréis más AQUÍ y AQUÍ, por ejemplo.
– La revista XXI es un ejemplo de cómo el cómic tiene una aplicación directa en el ámbito periodístico. Aquí no es tan habitual pero en otros países esto tienen una larga tradición y autores como Joe Sacco son todo un referente.

* Cómics que se centran de forma concreta en un país, un área geográfica o una época particular, de forma más local o concreta, que propiamente no serían cómics sobre geopolítica global pero sí son piezas muy útiles para que podamos componer y, sobre todo, entender ese puzzle que es el mundo y sus relaciones. Conseguirlo es ya de por sí difícil, pero se convierte en tarea contracorriente por los intereses propagandísticos y de distracción de los grupos empresariales que dominan los medios de comunicación y, sobre todo, las redes sociales y los soportes digitales (que, a estas alturas, ya hemos visto que tienen sesgos evidentes e intereses relacionados con la política). Citemos por ejemplo:
– La primavera de los árabes, de Jean-Pierre Filiu (guion) y Cyrille Pomes (dibujo), es un ejemplo de relato de corte histórico-periodístico, en forma de crónica por capítulos independientes, de los levantamientos y protestas populares que se denominaron primaveras árabes y que, como sabemos, dieron lugar a efectos muy variados, desde regímenes que -aparentemente- se han conseguido abrir un poco más a la modernidad a países que iniciaron largas guerras, como la de Siria. Lo editó Norma por 19,90 € en tapa dura y con 112 págs. Por su valor documental merece estar en cualquier biblioteca. «El 17 de diciembre de 2010, en Sidi Bouzid, al sur de Túnez, la policía local confisca la carreta a un joven vendedor ambulante. En un gesto de protesta contra las humillaciones y la corrupción, Mohammed Bouazizi se prende fuego. El sacrificio provoca disturbios que se extienden por Túnez y el régimen despótico que parecía indestructible se desestabiliza en tan solo tres semanas.»
– Las novelas gráficas de Guy Delisle, en las que el autor canadiense nos cuenta su visión de Israel (Crónicas de Jerusalén) y de Birmania (Crónicas birmanas) cuando acompañó a su mujer trabajadora de Médicos sin fronteras; y de Corea del Norte (Pyongyang) y de China (Shenzhen), donde estuvo ejerciendo como director de animación sendas temporadas.
– La Segunda Guerra Mundial en cómic aporta ese enfoque más global que muchos de los cómics sobre esta época no tienen, pues se centran en batallas o personajes concretos.
– Vidas ocupadas, de José Pablo García es ese tipo de obra que toca agradecer cuando queremos saber qué pasa en un determinado lugar. El autor se desplazó a Gaza y nos cuenta de primera mano la surrealista situación de aquel lugar… antes de la actual guerra (o fase de la guerra, pues de muchas décadas de conflicto hablamos ya).
– Viñetas de vida es un cómic que publicó Astiberri a partir de un proyecto de Oxfam-Intermón. Esta ONG invitó a varios/as dibujantes españoles a conocer sus proyectos en distintos países y éstos, al volver, hicieron un cómic cada uno/a sobre lo que habían visto y conocido. Existe también una versión online disponible gratuitamente. Por desgracia, aunque es un trabajo de hace ya unos cuantos de años, no ha perdido vigencia.
– Cómics para entender lo que pasó y pasa en Afganistán, ese país que sirve de ejemplo perfecto para demostrar eso de que la actualidad, ese relato que -equivocadamente- tomamos por sinónimo todo lo que está pasando, no solo nos muestra una visión sesgada de las cosas sino, sobre todo, una única y estrecha perspectiva, a menudo convenientemente enfocada en una u otra dirección, de un mundo mucho más amplio y complejo, el real.
– El gran éxito editorial que supuso Sapiens, de Y. N. Harari nos obliga a mencionar que se han publicado tres tomos que adaptan su libro al cómic. Es historia sí, pero con explicaciones que bien sirven para dar esas claves explicativas que necesitamos para interpretar los hechos y sacar de ellos enseñanzas de alcance global y actual.
– Y en general, muchos buenos cómics de historia nos servirán para, como decíamos, completar ese gran puzzle que es el mundo contemporáneo y que, sin duda, es ininteligible sin la referencia a lo que ocurrió en el pasado. Nos referimos sobre todo a esos cómics que se cuidan de explicar el contexto de la historia narrada, incluyen algún que otro mapa, aportan bibliografía complementaria y anexos que amplian la información… Nos enseñan y nos motivan a aprender más.
Finalmente una sugerencia más, dicha sea sin ánimo de salirnos del tema, sino de añadir más claves para interpretar la realidad social global. Si cabe perfectamente defender que fenómenos como el deporte (ejemplo) o la música (ejemplo) sirven para acceder a entender la historia y la política, por una vía más popular y atractiva que la de los ensayos teóricos y obras académicas, ¿serían también los relatos distópicos buenas pistas para leer y entender la actualidad, ya sean obras menos recientes (Un mundo feliz, 1984, Fahrenheit 451) o más actuales (Black Mirror...)?‘La historia no es el pasado, es el presente.Nosotros cargamos con nuestra historia.Somos nuestra historia.Si fingimos lo contrario, somos literalmente criminales.Este es mi testimonio: El mundo no es blanco, nunca lo fue, ni puede serlo.El blanco es una metáfora del podery solo es una forma de describir el Chase Manhattan Bank.’ James Baldwin (1924-1987) en el documental nominado al Oscar I am not your negro (Raoul Peck, 2016)