(20 “De la C a la C” ya a las espaldas. ¡Y parece que fue ayer cuando faltaban dos días para que fuera mañana! En fin…)
En días anteriores ya os he hablado un poco de un gran autor americano (Stan Lee) y de un gran autor asiático (Osamu Tezuka). “¿Y qué pasa con Europa, que te pilla más cerca?”, pregunta un lector avispado del fondo. Y tiene razón, en Europa tenemos autores gigantescos, como Hergé, Manara, Gaiman, Moebius, Ibáñez, Moore, Escobar o el autor del que vamos a hablar hoy: El irrepetible René Goscinny.
Estoy convencido al 97% de que cualquier persona que esté leyendo esto ha leído, por lo menos, un cómic de Goscinny . Probablemente más de uno. Seguramente de más de una colección. Pero vamos al principio: Monsieur René nació en París en 1926, hace ya un tiempito. Su apellido no parece muy francés porque no lo es, sus padres eran judíos polacos. A los dos años de nacer toda la familia se trasladó a Buenos Aires, donde se crió. Acudía al colegio francés de Buenos Aires, donde según él mismo cogió fama de payaso para compensar su timidez natural (Me lo creo, porque es un calco de mi escolaridad). En esta época empezó a dibujar a diario inspirado por las historietas que leía sin parar.
A los 17 años se saca su título de bachiller y una semana después su padre muere. Así que recién graduadito se tiene que buscar la vida y se pone a buscar trabajo. Después de un par de trabajos que odió consiguió empezar a trabajar como dibujante en una empresa de publicidad Argentina. Ahí publicó sus primeros dibujos. Al año siguiente se fue a Nueva York con su madre, hizo una escapada a Francia para servir en el ejército francés (en vez de servir en el americano) donde también realizó carteles e ilustraciones, y poco después volvió a Nueva York. Allí encontró trabajo en un pequeño estudio donde colaboró con el equipo que unos años más tarde fundó la revista MAD, de la que ya hemos hablado otras veces y que es la revista humorística más importante de USA.
En 1951 Goscinny se mudó a Bruselas a trabajar para la agencia de noticias World Press. Allí conoció a un tal Albert Uderzo y así comenzó la relación laboral de una de las parejas artísticas más importantes de la historia del cómic europeo. En esta época se publicó el primer cómic de Goszinny, una historieta de detectives que no creo que se hubiera podido publicar en USA por su nombre: Dick Dicks. No os voy a engañar, no me he atrevido a buscar imágenes para poneros aquí. Se publicó en el suplemento infantil la Wallonie.
Al año siguiente nueva mudanza, otra vez a París, para ser el director de la agencia local de World Press. Allí se reencuentra con Uderzo y comienzan a publicar trabajos juntos.
En 1955 Goscinny se hace cargo de su primera gran obra, una serie dibujada por un autor al que conoció seis años antes de Nueva York: Maurice de Bévère, más conocido como Morris.
Hablo, por supuesto, de Lucky Luke, el vaquero más rápido que su propia sombra. Aunque la serie ya llevaba 9 años funcionando con guión del propio Morris, todos los críticos están de acuerdo en que la llegada de Goscinny a los guiones supuso la edad de oro de esta mitiquísima serie. A mí me encanta. No solo porque una mi pasión por el spaghetti western y el cómic, también por el increíble sentido del humor de la serie. Es más, para mí los Hermanos Dalton siempre serán 4 y ya os hablé de mi amor por Rantamplan. Las películas de Leone, Lucky luke y el Teniente Blueberry debería indicarles a los americanos que los europeos hacemos los western mucho mejor que ellos. Ahí lo dejo.
En este mismo año René Goscinny crea su segunda obra maestra, aunque en este caso no es un cómic, sino el primer libro infantil de el Pequeño Nicolás. El de verdad, no el mindundi que sale en los telediarios.
Si no conocéis estos libros ilustrados por Sempé, ya estáis tardando. Cuentan las divertidísimas aventuras de un niño y sus compañeros de colegio en la Francia de los años 50. Están en muchos aspectos basados en la experiencia escolar de Goscinny, así que todo es muy raro porque, como hemos dicho antes, su infancia no la pasó en Francia sino en Argentina. Las dos cosas más llamativas de estos libros son, desde mi punto de vista, el realismo con el que está tratado todo (todo lo que le ocurre a los niños puede que te haya pasado a ti) y que fueron los primeros libros infantiles en los que el narrador era el propio niño, por lo que todo lo que ocurre es explicado desde su punto de vista infantil. Brillante.
Al año siguiente Goscinny ya prácticamente no dibujaba y se dedicaba sobre todo a escribir. Mucho. Muchos guiones de series de revistas infantiles, sobre todo. También fundó junto a Uderzo y otras dos personas (Charlier y Jean Hébrard) la sociedad Édi-france/Édipresse, una agencia dedicada a la publicación y edición. Con esta sociedad sacaron las revistas Clarion y Jeannot.
En 1958 Édifrance/Édipress saca el primer número de una revista ilustrada dirigida a un público juvenil (en oposición a las revistas típicas dirigidas a un público infantil): Pilote. En el primer número de esta revista de la que Goscinny es además de fundador jefe de prensa, aparece por primera vez el que junto con Tintin seguramente sea el personaje de cómic más importante jamás salido de Europa:
Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor. Si estas palabras no hace que te suba un escalofrío por la espalda es que no has vivido.
Creo que no hace falta que hable de la importancia de este cómic dibujado por Uderzo, pero por si acaso voy a dar unos cuantos datos: Se ha traducido a 107 idiomas (incluidos latín y griego antiguo), se han producido 9 películas de animación, 4 de imagen real y 15 videojuegos basados en el cómic y el primer satélite que lanzó Francia en su historia se llamó Astérix. Pero lo más importante para mí es que son unos cómics increíbles que puedes leer mil veces, descubriendo además de mayor que es un cómic distinto al que leíste de niño. Es el mejor ejemplo para mí de historia a dos niveles, uno infantil de aventuras y acción y uno adulto de humor lleno de referencias.
Ya en 1961 Goscinny guionizó otra de sus obras más conocidas, Iznogoud, un visir que quiere ser califa en lugar del califa, dibujado por el dibujante francés Tabary
Este personaje, que ha tenido un gran éxito sobre todo en Francia, es el primer antihéroes de Goscinny. De hecho podríamos decir que los cómics de Iznogoud están protagonizados por el villano de la historia.
Al año siguiente se produce una conjunción planetaria de esas que le gustaban a Leire Pajín: Goscinny se encuentra con Tintín en su primera incursión en el cine, guionizando la primera película en imagen real del reportero, Tintín y el misterio del Vellocino de Oro (1961).
En este mismo año Astérix se empieza a publicar en tomos, empezando por Astérix el Galo. En 1965 Astérix tiene ya tanta fama que el presidente de Francia, Charles de Gaulle, llama a todos los miembros de su gabinete por los nombres de los personajes del cómic.
En los años siguientes Goscinny seguiría escribiendo cómics, sobre todo Lucky Luke, Astérix e Iznogoud y participando en la adaptación cinematográfica de sus obras. En 1977 fue a hacerse una revisión médica y en el transcurso de la misma murió repentinamente de un paro cardíaco. Dejó publicados como guionista 26 libros de Lucky Luke, 19 de Astérix y 7 de Iznogoud. Algunas obras más fueron completadas y publicadas de manera póstuma.
Desde 1986 todos los años se entrega el premio René Goscinny al guionista de historietas más destacado del año que se otorga durante el Festival Internacional de historietas de Angouleme.
Goscinny murió con 51 años, mucho antes de lo que tendría que haber muerto, pero dejó detrás de sí no solo un gran número de cómics publicados sino algunos de los mejores cómics que he tenido la suerte de leer. A día de hoy sigo disfrutando de mis cómics de Lucky Luke y de Astérix como si los leyera por primera vez. Era usted un grande, Monsieur René.
Nada más, la semana que viene os espero por aquí si os apetece para que sigamos repasando el mundo del cómic de arriba abajo. ¡Muchas gracias por leerme!
EXCELSIOR!